X GT de Santiago (2024).

Muy buenas tardes, phaerons y phaeronas cósmicos. 

En la entrada de hoy voy a comentar el X GT de Santiago, que tuvo lugar en Galicia el fin de semana pasado (28-30 junio 2024) y al que voy a dedicar una minúscula entrada para recordar las estupendas partidas con las que he inaugurado la nueva décima edición bajo el reglamento Nexo Pariah. 

El Illuminor Szeras patrocina este torneo.

Si señores y señoras: es que es un juego nuevo. Y doy las gracias a los compañeros y colegas de No hacemos matrices, por hacerme un huequito en su equipo para ir a echar unos dadetes. Era mi primer torneo con ellos puesto que les faltaba uno para hacer el equipo y, gracias al señor Remos, me apunté yo como mercenario. Decisión acertadísima para compartir evento con Antiguo, Pedro, Gubens, Txetxu y mi querido Arturo. Sois geniales y volvería a jugar con vosotros cualquier día y evento.

En cuanto a la lista que llevé, estuve dándole vueltas un tiempo a la idea de meter un Psicomante y algunas cositas así un poco alternativas. Ya sabéis que soy bastante enemigo de ir siempre con el combo más roto: un tiempo vale, pero después me gusta más buscar alternativas novedosas y que le saquen partido a otras unidades del codex. Evidentemente llevaba una lista bastante fuerte de Hipercripta (reniego de Canóptica, pues además me parece más divertida y técnica) con dos ctanes y una de espectros, con muchas unidades para misionear. A toro pasado haría algunos cambios, puesto que las unidades de destructores sin líder se me quedan algo flojas en el momento de causar verdaderos daños. Sin embargo, creo que la lista funcionó razonablemente bien y que el margen de mejora hacia las unidades y combos más rotos sigue disponible aunque me emperre en algunas configuraciones más tropicales. Es mi estilo: tengo que dar la nota, qué le vamos a hacer.  

Strike Force (2000 points)

Hypercrypt Legion

Chronomancer (65 points) Warlord. 

C’tan Shard of the Deceiver (265 points)

C’tan Shard of the Nightbringer (295 points)

Hexmark Destroyer (70 points)

Imotekh the Stormlord (100 points)

Technomancer (85 points)

Immortals (75 points) Tesla. 

Canoptek Wraiths (250 points) Claws and particles. 

Lokhust Destroyers (180 points)

Lokhust Destroyers (30 points)

Lokhust Destroyers (30 points)

Monolith (375 points) Death rays. 

Skorpekh Destroyers (180 points) Plasmacytes. 

En cualquier caso, tras tropecientas horas de coche (paradita técnica en Tordesillas para un batidito), llegamos a Santiago para disfrutar de los bocatas del Manu. Y tras meterme un poderoso bocata de bacon, lomo y queso (el trifásico, muy fan) procedimos a descansar para meternos en la primera ronda. 

RONDA 1.

Primera partida contra un colega gallego. Pablo, de los Ronin. Muy simpático él, me planta una hueste escudo de Custodes delante. A mi lista de hipercripta no le cuesta meterse en su zona de despliegue y tras un buen intercambio de tiros, me adelanta en primarias (donde Hipercripta no puede rivalizarle a un custode) para perder en, básicamente, todo lo demás. Consigo dejar a Trajann completamente inutilizado mientras mis ctanes sostienen el centro (aunque perecen cuando ya no he logrado puntuarlo; mira que son duros los malditos wardens esos). Por lo tanto, primera victoria para los necrontyr con el custode bastante deteriorado y un simpático 17 a 3 a mi favor. 

Érase un Nightbringer y un Deceiver que iban de la manita. 

RONDA 2.

Segunda partida, tras empatar la ronda previa, nos enfrenta a Cónclave. Partida dura pero muy interesante que me lleva a plantear un juego bien concienzudo para intentar sacar el máximo partido de hipercripta contra un rival contra el que tengo ciertas posibilidades. Juanma, del susodicho equipo, lleva a sus Aeldari a ocupar los objetivos mientras intento, como puedo, esquivar a su maldito wraithknight, su avatar de Khaine y sus wraithguards de melé. Fracaso por la mínima al intentar lograr algunas secundarias como matar a su guardianes en objetivo nativo, pero lo compenso con una carga larguísima, de 10, del Nightbringer, que me lleva a recuperar algo de distancia. Tras un intento infructuoso de pinnear a su Avatar y unas últimas secundarias lamentables el tiempo se agota y los aeldari se imponen con un resultado final de 8 a 12. Nada mal, para tratarse de Cónclave. 

Esto es lo que se dice una partida... reglada.

RONDA 3.

En la tercera partida se nota ya el cansancio tras un día entero de vicio warhammeril. Nos toca jugar contra The expendables y yo, en particular, me las veo contra Pascual, jugador de caos con un extraordinario ejército de Amos de la Noche muy bien pintados y, además, con todo el armamento representado. Una gozada de partida que, si bien no plantea excesivas dificultades tácticas, resulta en una encarnizada lucha por la zona de despliegue del rival. Dejando mis objetivos razonablemente cubiertos, empujo al monolito hasta su zona de despliegue y empiezo a acordonarlo con espectros y skorpekh. El grueso del ejército enemigo, una unidad enorme de exterminadores del caos con su señor al frente, se estrella contra el Nightbringer y no consiguen pararlo en tres turnos de batalla. Ese combate decisivo, que deja al ctan con una sola herida, termina de concederme la victoria con un sólido 19 a 1.

Lástima que se me olvidaron las fotos en esta ronda.

 

RONDA 4.

Tras descansar (poco) en el propio hotel donde se celebra el evento, llega la hora de madrugar y enfrentarnos a la cuarta ronda del torneo. Esta vez nos tocan los amigos de Nicandakka, gente majísima venida de Granada (¡qué paliza, chicos!) contra los que no tenemos opción ninguna. No obstante, mi partida fue un enfrentamiento sencillo puesto que echaron a los leones al bueno de Silvela, un necrón novatito que acaba de empezar con su lista y al que no podía sino darle algunos consejos para mejorar su juego necrontyr. Su lista, dura como el diamante, me aguanta los primeros turnos; pero una vez posicionada, la dinastía de hipercripta se impone. Una de las cosas que más me gusta de los torneos grandes es medirme con otros necrones y aprender sus truquitos, o enseñárselos yo si se da el caso; así que después del 20-0 le invito a este blog y a formar parte de las comunidades necrontyr en whatsapp y telegram. ¡Bienvenido, colega!

Solo hay sitio para un Rey Silente en este pueblo, amigo mío. 

RONDA 5.

Y cerramos el torneo con la última de las partidas y la que, reconozco, fue la mejor de todas. Nos enfrentamos a Crisis de los 40k, con los que nos peleamos en el fondo del pozo. En particular, me presentan a Godki, jugador de orkos muuuy agradable y muy correcto en su manejo del ejército. El cansancio de la última ronda ya es tremendo y las primeras tiradas de la partida fueron muy negras, lo que sin duda me ensombreció el carácter. Afortunadamente, las tiradas remontaron un poco a partir del turno 3 y empezó a haber una partida que se volvió muy técnica, muy precisa y muy disputada. Sin duda, las partidas que molan en este juego. Hubo tiros y violencia hasta bien entrado el turno 4 y no fue hasta el 5 que se pudo resolver la puntuación con una victoria necrona muy reñida: 13 a 7 a mi favor. Los orkos, con un ejército muuuy chulo en pintado y conversiones, y lleno de gorrinos, se retiraron momentáneamente, pero estoy seguro de que volverán. Bravo por el jugador rival, que fue correctísimo y agradable, y nos volveremos a encontrar.

Y a quien diga que los ctanes son inmortales...
Mataban uno por fase los gorrinicos. 

Con eso cerraron las rondas de un torneo que fue muy agradable. El jugar en el mismo hotel que se duerme es una gozada, y la organización se aseguró de que fuera un evento puntual y con muy buen ambiente. La comida muy correcta, los precios estupendos y solo eché en falta que hubiera alguna tienda de hobby presente para poder comprar un metro por el que se me rompió y algún regalito extra. La otra cosa que también eche de menos es haber tenido algo más de tiempo para ver Galicia; pero bueno, para la siguiente ya se sabe: hay que cogerse vacaciones adelantadas. 

A dormir otros mil años, o hasta el siguiente torneo.
Lo que llegue antes.  

Y hablando de regalitos, hubo sorteos al final del torneo y, pese a que no me tocó ninguno de los gordos (ni de pintura o conversiones, a los que no me presenté), me fui a casa con tres ophidianos nuevos del obsequio para los equipos. Hell yeah. Luego otras seis horitas y media de coche para volver a Madrid y a descansar tras un fin de semana estupendo junto a los colegas gallegos. 

¡Gracias Club Shadowsun!

¡Gracias compañeros de No Hacemos Matrices!

¡Solaris Sol Inmortalis!