Y terminó Talavera.
Bienvenidos y bienvenidas a mi
blog para una última entrada sobre los recientes acontecimientos en materia
warhammera: el clásico evento anual que es el GT de Talavera. Este año en su
décima edición.
Aunque no me gusta demasiado el entorno full competitivo, me he dejado arrastrar a este evento para sacar a pasear la lista de destructores: una lista con un potencial de machaque curioso y cuyos resultados me han satisfecho bastante, la verdad. Probablemente en manos de un jugador más competente que yo incluso daría mejores resultados, pero no me quejo, pues me llevé unas cuantas victorias y solo una sonada derrota contra nada más y nada menos que Peigneux, de Narcoz, con su flamante codex de Marines del Caos.
Debo decir que la experiencia de Talavera ha sido extraordinaria. Y no solo por el evento en sí, que ha reunido a cientos de personas en torno a este hobby que amamos y odiamos por igual, sino también por mi experiencia personal acompañando a un equipo de jugadores extraordinarios. De lo mejorcito. Quiero dedicar un saludo muy afectuoso a los compañeros valencianos de Turno Eterno y, sobre todo, de Turno y Medio, la filial que me ha acogido como mercenario para este evento y donde he encontrado a los que ya son mis amigos.
Gracias por vuestro cariño, por
vuestro compañerismo y por no dejar de remar.
El X GT de Talavera ha sido una
experiencia difícilmente repetible. He conocido a personas increíbles, he
visitado la Mesa Uno contra los mejores jugadores del país (¡quedamos
novenos!), me he llevado un lote de Orkos por sorteo y… hasta he ganado un
premio.
Resulta que envié un relato de
temática necrontyr al Concurso de Relatos y, como guinda de un evento
especialmente emotivo, he ganado el segundo premio. Una sorpresa inesperada y
muy bien recibida, pues me alegra mucho que la temática necrontyr haya
arrastrado a algún que otro miembro del jurado. Próximamente la compartiré en
el blog, pues no tardará mucho en ser dramatizada por La Voz de Horus.
Así pues, cierro esta brevísima
entrada dando las gracias, de nuevo, a toda la gente que ha hecho posible este
feliz desenlace, a todos los amigos que encuentro en el camino y a los que es
un gusto saludar (no me olvido de Pablo López, Jordi, Chema, Nica, Boldo, Luis,
Carlos, Edu Muñoz, Goñi, Juan Manuel, Drakst, Terradas, Juan, Iván, Zaphariel y
Wendigo; Brain, David, Fran o Héctor entre la familia necrona, y otros tantos
nombres que seguro me dejo y pido perdón por no mencionar). A todos mis oponentes,
con mejores o peores desenlaces, con los que he hecho migas o con los que no he
tenido esa suerte y especialmente a Nacho por no haberle podido dar una mejor
partida, gracias.
¡Feliz retorno a la rutina!
Solaris Sol Inmortalis.
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